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Las claves de las Slow cities: proyectos de calidad donde vivir de un modo mucho más sostenible
Muchos son los motivos por los que las personas deciden abandonar las grandes ciudades: las aglomeraciones y las prisas, la contaminación ambiental,los ruidos,la falta de espacios naturales,la deshumanización y la despersonalización urbanística. Todos ellos ingredientes que pueden convertir a la ciudad en un lugar hostil. Ser un”urbanita” y a la vez aspirar a disfrutar de un entorno saludable no debería de estar tan separado. Hoy te invito a entrar en las “slow cities” o “ciudades lentas”, proyectos de calidad donde se puede vivir de un modo mucho más confortable.
El Movimiento de ciudades lentas nació en 1999 de la mano de Paolo Saturnini, alcalde de Chianti ,una pequeña localidad de la Toscana italiana. La idea de considerar la ciudad de un modo diferente basado en la calidad de vida, se extendió por todo el país. Otros municipios se adhirieron a la idea y fue apoyada por el mismo Carlo Petrini, fundador del movimiento Slow Food. Se fundieron pues los dos conceptos: aplicar la eco gastronomía a la práctica del día a día de las ciudades. Se trataba de recuperar para la ciudadanía la importancia de disfrutar del tiempo, de ver pasar las estaciones, de saborear de una alimentación mas saludable . En resumen del disfrute de la vida de un modo mas consciente.
“Buscamos municipios donde las personas tengan curiosidad por su historia, lugares llenos de teatros, plazas ,cafes ,talleres, restaurantes. Pueblos con paisajes vírgenes y donde todavía se pueda reconocer el paso de las estaciones…”
Manifiesto Cittaslow
En tiempos de prisas, donde se produce a velocidades de vértigo, todo esto puede parecer una utopía. Sin embargo muchos alcaldes de diferentes lugares quisieron participar hasta el punto de crearse un proyecto común de dimensiones internacionales. El movimiento se expandió en todo el planeta . Los objetivos comunes están enfocados en la calidad gastronómica y de salud medio ambiental.
El movimiento slow cities promueve la mejora del medio ambiente, del tráfico y por supuesto en salvaguardar la producción de la gastronomía local que contribuyan a dar un carácter mas auténtico a la región.
Se produce así una comunicación directa entre los productores locales y los consumidores.
La designación de Slow city ha llegado a ser una marca de calidad para comunidades pequeñas (solo puede ser aplicada a aquellas de menos de 50.000 habitantes).
La organización del movimiento Cittaslow incluye un Comité de coordinación con la tarea de tomar decisiones y de un Comité científico con una oficina que da las pautas además de ejercer el control. Además hay una Secretaria que se ocupa de toda la parte operativa , de las actividades tanto aquellas que se producen en territorio nacional como dentro de la red internacional.
Para entrar en la Red hay que cumplir por lo menos con el 50% de los 71 criterios de calidad establecidos: desde políticas agrícolas, turísticas, infraestructuras, políticas sociales etc.Cada 5 años la ciudad tiene que ser evaluada para garantizar los parámetros impuestos , que son los mismos en todos los lugares del mundo.
En la actualidad son mas de 170 ciudades en una red de 27 países en todo el mundo.
Cada miembro se compromete a cumplir con los siguientes objetivos:
- Mejorar la calidad de vida de las personas.
- Proteger el medio ambiente.
- Resistirse a la globalización .
- Promover la diversidad cultural.
- Promover un estilo de vida mas saludable.
En España ya son seis ciudades las que forman parte de las cittaslow creando la Red Estatal de Municipios por la Calidad de Vida:
Begur y Pals en Girona, Bigastro en Alicante, Lekeitio y Mungia en Vizcaya y Rubielos de Mora en Teruel.
Se trata de un movimiento imparable porque cada vez son más los ciudadanos que demandan este modelo de ciudad además de ser una inversión para el futuro de las próximas generaciones.
Hasta la próxima semana.
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