Eco bricolaje
Legislando de espaldas al Sol
Hoy comenzaremos con nuestra serie de artículos relacionados con el eco bricolaje ,una sección en la te daremos ideas para que de manera económica ,algo de habilidad y con un poco de imaginación puedas poner en práctica soluciones que te permitan ahorrar energía ,disfrutar de una vida más saludable y por encima de todo , la satisfacción de hacértelo tu mismo DIY.
Antes de ponerte el buzo de trabajo es interesante que conozcas el marco legal en torno al autoconsumo energético en España.
El pasado 9 de octubre el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto 900/2015 que lo regula. Según el ministro la finalidad del mismo es impulsar la generación distribuida, es decir acercar la generación de la electricidad al punto donde se consume así como dar un impulso a las energías renovables.
Sobre el papel suena muy bien ya que las pérdidas medias horarias para la tarifa 2.0,la de los pequeños consumidores, debidas al transporte y distribución del sistema eléctrico puede llegar al 18%. Datos publicados por Red eléctrica española.
Además un impulso real de las renovables nos debe ayudar a alcanzar los compromisos adquiridos de reducción de un 20% de las emisiones de CO2 , un ahorro del 20% de energía y un 20% de consumo final de origen renovable.
Sin embargo el auto consumidor que esté conectado a la Red tendrá que pagar los peajes de transporte y distribución de la electricidad. En cuanto a los costes del sistema también deberá de contribuir para la amortización del déficit eléctrico , los incentivos a las renovables y los sistemas extra peninsulares donde los costos de la generación son mucho mas altos.
Es el pago de estas cuotas fijas, las que han venido a denominarse como un impuesto al sol y mas que dar un impulso a las renovables lo que hacen es todo lo contrario.
Muchas organizaciones no han dudado en rechazar la norma: la Unión Española Fotovoltaica, las principales organizaciones ecologistas o Facua-Consumidores en Acción .
Todas ellas consideran que se penaliza y establece numerosas trabas a un sistema de producción y consumo de electricidad que es más barato y respetuoso con el medio ambiente.
Estas críticas deben estar bien justificadas basta que nos comparemos con otros países de nuestro entorno. Pongamos algunos ejemplo.
Los tres países que pusieron en marcha mas instalaciones fotovoltaicas en 2015 fueron:
Reino Unido, Alemania y Francia.
A la cola:
Malta, Eslovaquia, Bulgaria, Grecia y España.
Según el Informe Global Market Outlook for Solar Power 2015-2019 publicado por la organización Solar Power Europe se deja en evidencia que países como España con gran potencial están perdiendo la carrera por conseguir fuentes de energía menos contaminantes. El Reino Unido fue el mercado de mayor crecimiento en Europa durante 2014. No es casualidad que IKEA eligiera UK para comercializar instalaciones solares fotovoltaicas en una de sus tiendas.
China es el mercado de mas rápido crecimiento seguido de Japón, la Unión Europea y los Estados Unidos.
Por si esto fuera poco, esta nueva regulación choca frontalmente con el documento publicado por la Comisión Europea “Mejores practicas para el autoconsumo de energía renovable”
Este documento ha sido recibido con entusiasmo por las asociaciones y grupos que defienden el autoconsumo en España. Aunque se trata de un texto no vinculante, si que supone un apoyo al autoconsumo.
La comisión se decanta por
- Retribuir la energía sobrante e incluso primar dicha energía por su carácter de renovable.
- Simplificar los procedimientos administrativos.
- Eliminar los impuestos y cargos discriminatorios.
- Fomentar el autoconsumo compartido, favoreciendo así la eficiencia de las instalaciones.
- Gestionar la demanda gracias al almacenamiento descentralizado.
Por lo tanto no solo estamos legislando de espaldas al sol, también damos la espalda a lo que recomienda la Comunidad Europea.
Resulta evidente que la nueva legislación lejos de democratizar la energía y acercarse al marco europeo, sigue primando a las grandes empresas energéticas. Seguro que tendrán muy buenas razones para ello.
Solo nos queda confiar en que los nuevos gestores miren más por el bien común y el de nuestro planeta porque sin duda es para un futuro renovable.
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